Para seguir exigiendo justicia por el asesinato de la activista Marisela Escobedo Ortíz, ocurrido el 16 de diciembre pasado, organizaciones de mujeres de Ciudad Juárez marcharán el próximo miércoles 22 del presente, con el rostro cubierto por velos blancos, y veladoras para simbolizar el riesgo que corren las personas que demandan y exigen justicia en la entidad.
En entrevista telefónica Imelda Marrufo Nava, Coordinadora de la Red Mesa de Mujeres de Ciudad Juárez, informó que la convocatoria es para todas las organizaciones de la ciudad, mujeres, estudiantes y hombres solidarios para exigir un alto a la impunidad.
A la activista Marisela Escobedo Ortiz, quien buscaba justicia para su hija, Rubí Marisol, asesinada en 2008, le dispararon un tiro en la cabeza a las puertas del palacio de Gobierno donde se había instalado en un plantón, para reiterar su exigencia de cárcel para el asesino confeso de su hija, Sergio Barraza Bocanegra, (liberado en abril de 2010).
Marrufo Nava, detalló que la manifestación partirá de la funeraria Perches ubicada en la avenida Adolfo López Mateos, donde el sábado pasado se le rindió un homenaje a Marisela. El recorrido con velas será rumbo a las oficinas de la Fiscalía Estatal, situadas en el eje vial Juan Gabriel, al poniente de la ciudad.
Caminaremos con velas encendidas, simbolizando el camino a la justicia, demanda constante que llevó Marisela durante las marchas que realizó a pie y en auto por toda la república.
De igual manera, agregó Marrufo Nava, solicitamos que las mujeres lleven túnicas y velos blancos que les cubran el rostro, como lo hemos venido haciendo desde el pasado sábado, simbolizando el riesgo en el que se encuentran las defensoras de Derechos Humanos en Ciudad Juárez.
“Si bien estamos en una ciudad donde priva la violencia, para las defensoras lo es más, ya que nuestra labor nos coloca en una situación de mayor vulnerabilidad y queremos que toda la comunidad nacional e internacional nos brinde su apoyo”, enfatizó.
Respecto a los recientes acontecimientos violentos en contra de la familia de Marisela Escobedo, la activista señaló que entre las organizaciones de la sociedad civil existe una gran preocupación por lo que pueda suceder a la familia y están al tanto de lo que puedan necesitar para apoyarlos.
VIOLENCIA CONTRA MANIFESTANTES EN EL DF
Desde el asesinato de Marisela, los reclamos y manifestaciones no han cesado. En esta ciudad, el pasado viernes 17 de diciembre, unas 100 personas se dieron cita frente a la sede de la Secretaría de Gobernación (SG) sobre avenida Bucareli, con el propósito de manifestar su repudio y exigir a las autoridades federales y de Chihuahua el esclarecimiento del caso.
La ex diputada federal Martha Tagle Martínez, lamentó que a los alrededores de la SG, se plantara un fuerte cerco de elementos de la Policía Federal Preventiva para impedir el paso a las y los manifestantes que en su gran mayoría eran mujeres que acudieron al llamado realizado a través de las redes de internet”.
Martha Tagle, precisó que quienes han seguido las marchas de las mujeres saben que son pacíficas. Lo único que llevábamos eran flores y veladoras. Algunas mujeres fueron golpeadas y empujadas por los escudos antimotines.
“Lo único que buscábamos era ser escuchadas por la instancia encargada del tema, sin embargo ningún funcionario de la SG, salió para atendernos. Tampoco la titular de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres Laura Carrera Lugo, nos recibió ni hizo acto de presencia”.
“No nos atendieron y llama la atención la excusa que nos dieron. Estaban en el brindis de fin de año”.
“Por ello decidimos caminar, en una marcha improvisada hacia reforma, para llegar a unas de las oficinas de la Procuraduría General de la República, ya que en ella se encuentra otra instancia que trabaja contra la violencia hacia las mujeres la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia contra las Mujeres y Trata de Personas”.
En este punto, precisó Tagle Martínez, ya eran más las y los manifestantes, sin embargo, y a pesar que sólo teníamos previsto hacer un plantón de cinco minutos fuimos retiradas por la fuerza.
El Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, informó el fin de semana en un desplegado que con el asesinato de Marisela Escobedo, se reafirma la inexistencia de garantías de protección para las mujeres víctimas de violencia y las defensoras de derechos humanos en Chihuahua.
El observatorio, conformado por 46 organizaciones de 18 estados de la República, exigió un pronunciamiento público por parte del Gobernador de Chihuahua y el Ejecutivo Federal, además de que se instrumente el Sistema de Seguridad Pública para que realicen todas las acciones conducentes para ejecutar la orden de aprehensión de Sergio Rafael Barraza Bocanegra, asesino de Rubí Marisol Fraire Escobedo, hija de Marisela.
También se pronunció porque se realicen las investigaciones correspondientes para localizar y sancionar a los responsables intelectuales y materiales del asesinato de Marisela Escobedo Ortiz.
A su vez, el Centro de Derechos de la Mujer de Chiapas se sumó a la protesta porque el asesinato de la activista se da dentro de un contexto de impunidad, corrupción y marcada inactividad por parte de las autoridades encargadas de procurar justicia.
Exigió al Gobierno Federal asumir la responsabilidad que su omisión ha provocado frente al feminicidio en el estado de Chihuahua lo que, ante el claro mensaje de impunidad, violencia y discriminación, se ha reproducido a lo largo del país.
El Centro de Derechos de la Mujer de Chiapas, también exigió que se otorguen medidas de seguridad para las y los familiares de Marisela Escobedo Ortiz y para las activistas del Centro de Derechos Humanos de las Mujeres de Chihuahua.
Fuente: http://www.cimacnoticias.com
No Cayeron del Cielo
Clarisse Lispector:
"Não me dêem fórmulas certas, porque eu não espero acertar sempre. Não me mostre o que esperam de mim, porque vou seguir meu coração! Não me façam ser o que não sou, não me convidem a ser igual, porque sinceramente sou diferente!"
Clarisse Lispector.
Clarisse Lispector.
miércoles, 22 de diciembre de 2010
jueves, 25 de noviembre de 2010
Contra la Violencia, A favor de una nueva Sociedad
Alguien sugirió, alguna vez, que la revolución termina devorándose a sus propios hijos. La violencia también lo hace. Hoy, que se conmemora el Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer, necesitamos pensar cada vez con más seriedad cómo hacemos los varones para escapar de esta trampa de la violencia en la que los varones jugamos el rol de victimarios, y a la vez de víctimas.
Víctimarios de una forma de entender las relaciones de género en la que creemos (de manera ilusa) que sometemos a alguien a nuestros deseos, por el imperio de nuestra fuerza, por el ejercicio arbitrario del poder. Creemos que la degradación afecta al sometido (niño, niña, mujer, persona adulta mayor) y que eso nos hace mejores: semejante alienación no nos deja ver que también nos hemos degradado, pero que nuestra degradación está consagrada por la costumbre. Así, el cristal con que vemos nuestra propia conducta masculina está opacado por siglos de soberbia, legitimada hasta por "libros sagrados" que narran y sustentan la falsa "superioridad" masculina sobre la femenina.
Victimarios en una cultura en la que se normaliza todos los días una burda versión de Darwin: la superioridad del más fuerte en todos los campos de la vida. Esa visión precaria y sin mayores argumentos, de la naturaleza como escenario de lucha de todos contra todos es decididamente falsa porque está basada en atribuirle a la naturaleza cualidades humanas. Y más específicamente, las cualidades de una sociedad (la occidental) en la que se afirma cada vez que se puede, el triunfo del varón sobre la mujer. Es un modo de confirmar que también la naturaleza juega a favor del varón, del macho. En la naturaleza, en el mejor de los casos, alternan cooperación y competencia, fuerza individual y colaboración (aunque siguen siendo conceptos de la vida humana); mientras que si la cultura tiene la función de humanizarnos, mal hacemos en tomar a esa misma imagen de la naturaleza (que nosotros inventamos) como ejemplo.
Pero cuando alguien (un individuo, un grupo, un colectivo) toma conciencia de este dato del ejercicio del poder desigual como parte de las relaciones de género, no sabemos reaccionar sino con más represión, cuando no con indiferencia. ¡Qué triste y patético papel el de los golpeadores, el de los que "corrijen", el de los que no tienen/no saben/no pueden/no quieren otra manera de vincularse con sus familias --palabra que, dicho sea de paso, proviene del latín, y que significa servidumbre--; o con su entorno.
Y que no se hable aquí de las excepciones. No van a faltar las racionalizaciones ante lo evidente y lo contundente: "fulano es bueno", "ellas también provocan violencia", "el mundo es así", "si no sabes por qué la golpeas ella lo sabrá", "a ellas les gusta, en el fondo, el carácter recio". El primer paso para salir de esta odiosa condición de victimario/víctima es reconocer que somos el problema. Eso requiere un coraje y una valentía verdaderos, auténticos. Y más coraje requiere todavía el comenzar a pensar cómo cambiar nuestros hábitos, así como el de nuestros niños y nuestras niñas. Y por muy complicado que sea intentar el cambio, los resultados no pueden ser peores que los actuales: el crecimiento del femicidio, el crecimiento de la paternidad irresponsable, el aumento de la violencia intrafamiliar, la creciente cantidad de muertes materno-infantiles, la escasa presencia femenina en el mundo político.
Hoy no es cuestión de enviar flores y pedir perdón, aunque el perdón tiene la fantástica propiedad de hacer que las cosas comiencen de nuevo. Nos tenemos que reclamar coraje: un coraje que no tiene que ver con el coraje militar y guerrero que forman parte del ideario de la masculinidad. ¡Un coraje con el cual le dimos a la violencia la condición de parámetro válido para generar valores culturales positivos! Un coraje, el guerrero, que en algún tiempo habrá sido útil (uno sabrá cuando), pero que tiene en el Paraguay paradojas que las mentes más lúcidas e intelectualmente honestas del patriotismo guerrero no quieren ver, ni saben cómo explicar: héroes de la guerra que protagonizan episodios bochornosos en tiempos de paz, y permanecen impunes en el tribunal de la historia; días de festejo, como el de la niñez, en que conmemoramos masacres en lugar de la vida, o el de la mujer, en que aplaudimos su ingreso a las filas de la guerra...
El coraje que precisamos es infinitamente mayor. Es un coraje que se rebela frente al absurdo, a lo injusto de instituciones tan centenarias que nos olvidamos de sus orígenes y no reconocemos sus perversidades. Y recursos para encontrar ese coraje no nos faltan. Nos falta la humildad para ingresar a ese sitio, al lugar donde habitan el diálogo, la capacidad de encuentro, el respeto por los demás, el aprender a decir "tenés razón"... Es el coraje del constructor, no del destructor...
Hoy, este 25 de noviembre nos encuentra en una situación muy particular. "A lo macho", la posibilidad de un conflicto bélico entre las Coreas (una de ellas dotada de armamento nuclear), se cierne negra sobre el mundo entero. Si ocurriera un conflicto nuclear, este texto o cualquier otro, probablemente nunca más existan, ni sus lectores y lectoras. Este mundo donde se cree que la guerra (la competencia para determinar quién es más fuerte) va a solucionar algo, puede desaparecer bajo esta exhibición impúdica de desprecio por la vida humana, y de estupidez. Con el agravante de que pudiera llegar a ser la última estupidez que la humanidad cometa. Y eso debiera de servirnos de suficiente advertencia, para ver a dónde conducen, en último término, las relaciones basadas en la fuerza desigual.
No hace falta que eso ocurra: hoy es el momento de reconocer que hemos caído en nuestra propia trampa, pero que la salida radica en nosotros mismos.
de David Velázquez Seiferheld
Asuncion, Paraguay
Víctimarios de una forma de entender las relaciones de género en la que creemos (de manera ilusa) que sometemos a alguien a nuestros deseos, por el imperio de nuestra fuerza, por el ejercicio arbitrario del poder. Creemos que la degradación afecta al sometido (niño, niña, mujer, persona adulta mayor) y que eso nos hace mejores: semejante alienación no nos deja ver que también nos hemos degradado, pero que nuestra degradación está consagrada por la costumbre. Así, el cristal con que vemos nuestra propia conducta masculina está opacado por siglos de soberbia, legitimada hasta por "libros sagrados" que narran y sustentan la falsa "superioridad" masculina sobre la femenina.
Victimarios en una cultura en la que se normaliza todos los días una burda versión de Darwin: la superioridad del más fuerte en todos los campos de la vida. Esa visión precaria y sin mayores argumentos, de la naturaleza como escenario de lucha de todos contra todos es decididamente falsa porque está basada en atribuirle a la naturaleza cualidades humanas. Y más específicamente, las cualidades de una sociedad (la occidental) en la que se afirma cada vez que se puede, el triunfo del varón sobre la mujer. Es un modo de confirmar que también la naturaleza juega a favor del varón, del macho. En la naturaleza, en el mejor de los casos, alternan cooperación y competencia, fuerza individual y colaboración (aunque siguen siendo conceptos de la vida humana); mientras que si la cultura tiene la función de humanizarnos, mal hacemos en tomar a esa misma imagen de la naturaleza (que nosotros inventamos) como ejemplo.
Pero cuando alguien (un individuo, un grupo, un colectivo) toma conciencia de este dato del ejercicio del poder desigual como parte de las relaciones de género, no sabemos reaccionar sino con más represión, cuando no con indiferencia. ¡Qué triste y patético papel el de los golpeadores, el de los que "corrijen", el de los que no tienen/no saben/no pueden/no quieren otra manera de vincularse con sus familias --palabra que, dicho sea de paso, proviene del latín, y que significa servidumbre--; o con su entorno.
Y que no se hable aquí de las excepciones. No van a faltar las racionalizaciones ante lo evidente y lo contundente: "fulano es bueno", "ellas también provocan violencia", "el mundo es así", "si no sabes por qué la golpeas ella lo sabrá", "a ellas les gusta, en el fondo, el carácter recio". El primer paso para salir de esta odiosa condición de victimario/víctima es reconocer que somos el problema. Eso requiere un coraje y una valentía verdaderos, auténticos. Y más coraje requiere todavía el comenzar a pensar cómo cambiar nuestros hábitos, así como el de nuestros niños y nuestras niñas. Y por muy complicado que sea intentar el cambio, los resultados no pueden ser peores que los actuales: el crecimiento del femicidio, el crecimiento de la paternidad irresponsable, el aumento de la violencia intrafamiliar, la creciente cantidad de muertes materno-infantiles, la escasa presencia femenina en el mundo político.
Hoy no es cuestión de enviar flores y pedir perdón, aunque el perdón tiene la fantástica propiedad de hacer que las cosas comiencen de nuevo. Nos tenemos que reclamar coraje: un coraje que no tiene que ver con el coraje militar y guerrero que forman parte del ideario de la masculinidad. ¡Un coraje con el cual le dimos a la violencia la condición de parámetro válido para generar valores culturales positivos! Un coraje, el guerrero, que en algún tiempo habrá sido útil (uno sabrá cuando), pero que tiene en el Paraguay paradojas que las mentes más lúcidas e intelectualmente honestas del patriotismo guerrero no quieren ver, ni saben cómo explicar: héroes de la guerra que protagonizan episodios bochornosos en tiempos de paz, y permanecen impunes en el tribunal de la historia; días de festejo, como el de la niñez, en que conmemoramos masacres en lugar de la vida, o el de la mujer, en que aplaudimos su ingreso a las filas de la guerra...
El coraje que precisamos es infinitamente mayor. Es un coraje que se rebela frente al absurdo, a lo injusto de instituciones tan centenarias que nos olvidamos de sus orígenes y no reconocemos sus perversidades. Y recursos para encontrar ese coraje no nos faltan. Nos falta la humildad para ingresar a ese sitio, al lugar donde habitan el diálogo, la capacidad de encuentro, el respeto por los demás, el aprender a decir "tenés razón"... Es el coraje del constructor, no del destructor...
Hoy, este 25 de noviembre nos encuentra en una situación muy particular. "A lo macho", la posibilidad de un conflicto bélico entre las Coreas (una de ellas dotada de armamento nuclear), se cierne negra sobre el mundo entero. Si ocurriera un conflicto nuclear, este texto o cualquier otro, probablemente nunca más existan, ni sus lectores y lectoras. Este mundo donde se cree que la guerra (la competencia para determinar quién es más fuerte) va a solucionar algo, puede desaparecer bajo esta exhibición impúdica de desprecio por la vida humana, y de estupidez. Con el agravante de que pudiera llegar a ser la última estupidez que la humanidad cometa. Y eso debiera de servirnos de suficiente advertencia, para ver a dónde conducen, en último término, las relaciones basadas en la fuerza desigual.
No hace falta que eso ocurra: hoy es el momento de reconocer que hemos caído en nuestra propia trampa, pero que la salida radica en nosotros mismos.
de David Velázquez Seiferheld
Asuncion, Paraguay
viernes, 12 de noviembre de 2010
martes, 2 de noviembre de 2010
viernes, 29 de octubre de 2010
SOBRE EL PROPÓSITO DE ESTE BLOG...
“NO CAYERON DEL CIELO”, es un espacio de intercambio latinoamericano feminista… ¿Qué queremos? Principalmente, queremos visibilizar el aporte del feminismo en cuanto movimiento social; porque sabemos que nuestras luchas han permitido alcanzar avances significativos y fundamentales en esta(s) sociedad(es) que tenemos.
Si bien hay muchísimos asuntos pendientes, creemos que mantener viva la historia nos hace tener la fuerza para seguir avanzando. Además, muchas feministas queremos aprender de otras experiencias que desconocemos, y por sobre todo, quienes parten desde cero, necesitan una plataforma que unifique el trabajo feminista de nuestros países. Este blog entonces- "en idea" al menos - satisface lo anteriormente dicho.
Esperamos recoger aquellos momentos de nuestra historia - ya sea en formato de texto, videos, audios, imágenes - que permitan dar cuenta cómo el feminismo ha generado aportes sustanciales en nuestras sociedades. Uno de los motivos que alimenta esta iniciativa, es el hecho de observar cómo las respuestas estatales difunden los aportes que el feminismo ha logrado instaurar, aquí vemos que los argumentos estatales son más bien de tipo sanitario, económicos, propagandistas, o de cualquier otra índole que en definitiva niegan el accionar y las luchas sociales que están detrás de cualquier avance importante, es decir, no lo posicionan como un asunto de las feministas, ni del movimiento social, haciendo diluir y bajar las energías de quienes participamos y de quienes nos acompañan constantemente.
Invitamos a cualquier colectiva feminista, de cualquier lugar, a enviarnos sus aportes para construir este espacio en forma coordinada, para así aprender de otras experiencias, favoreciendo además el re-conocernos, y así re-pensarnos, re-memorarnos y mantener viva la convicción de que gracias a nuestras luchas activas ha sido y será posible alcanzar la libertad y los derechos que como mujeres, lesbianas, transexuales, pobladoras, dueñas de casa, negras, trabajadoras, indígenas… (ad infinitum)… defendemos y exigimos.
“PORQUE SIN FEMINISMO, NO HAY REVOLUCIÓN”
Pueden enviar sus aportes a nocayerondelcielo @gmail.com.
Claro que si estuviste en el Intercambio Tecnológico Feminista de Montevideo Uruguay 2010..
pues hágalo usted misma y lo sube de una vez =) ¡!
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